Suele tenerla una idea estúpida y superficial, decía Ortega y Gasset, la elegancia informa de la vida íntegra de una persona…sus gestos, la forma de caminar, el uso del lenguaje para expresarse, de hablar en público o de llevar una conversación, de tratar al otro, de gestionar una queja…
El arte de preferir lo preferible, de evitar el lado frívolo, la elegancia tiene en su efecto una larga sombra, sombra que ilumina, hace de lo ordinario algo extraordinario.
¿Quieres ser un Auxiliar de Vuelo excelente?
Debes ser elegante, en la bienvenida, en el servicio de bar, en las sugerencias, en las dudas a bordo, en el miedo del pasajero, en la ayuda, al fin y al cabo, serás su referencia a bordo. Sólo tienes una oportunidad de ofrecer una primera impresión, y tienes que ser brillante.
La elegancia es sutil con cada acto, es calidad, es agradecida y llamativa, sin ser buscada o fingida, donde se elimina lo sobrante, está la elegancia.
Elegancia viene del latín, el acto de elegir, que deriva en eligente, y en inteligente, tendremos entonces, que el arte de elegir bien nuestras acciones, eso, precisamente eso, es la elegancia.
Elige bien, elige ESNA.