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Ser un tripulante auxiliar de cabina es una profesión que tiene algunos mitos. A continuación te presentamos cuáles son los más comunes y cómo los desmontamos.

“Ser auxiliar de vuelo debe ser un trabajo muy sencillo”

Esta sea quizás una de las afirmaciones más comunes con las que un tripulante auxiliar de cabina se encuentre a lo largo de toda su vida. Muchas personas que dicen esto, suelen también afirmar que se trata de un trabajo que solo implica proporcionar bebidas y alimentos a los pasajeros y acomodarlos en sus asientos.

Esta percepción bastante errada, se debe a que anteriormente, un tripulante auxiliar de cabina se dedicaba exclusivamente a estas labores, pero con el pasar de los años la profesión fue evolucionado y se adquirieron muchas más responsabilidades.

Lo cierto es, que la labor de un TPC es compleja, requiere de mucho compromiso y de altas capacidades. Su principal función a bordo es velar por la seguridad de los pasajeros, esto implica que sea indispensable que tenga conocimientos teóricos, que sepa de medicina aeronáutica y también de primeros auxilios en caso de que se presentarse cualquier emergencia. Además, ha de conocer y saber aplicar todos los procedimientos en operación normal y de emergencia en función del avión y compañía para la que esté trabajando.

Cada año deben realizar un curso de refresco en el que se repasan todos los contenidos y procedimientos de emergencia en un simulador de cabina, se tiran por una rampa y apagan un fuego real.

Adicionalmente, un tripulante auxiliar está capacitado para la supervivencia en caso de cualquier accidente que implique enfrentarse ante condiciones montañosas, el mar o distintos climas.

“Los TCP solo se dedican a guardar y acomodar los equipajes”

Si bien esta es una de las tareas en las que los tripulantes de cabina ayudan a los pasajeros, en ningún caso tienen la obligación de guardarles el equipaje. Colaborando con el pasajero en esta función, son capaces de evaluar si hay cargas sospechosas y que puedan poner en peligro la vida de todas las personas que viajan en el avión.

“Para ser un auxiliar de cabina no es necesario estudiar”

Este mito también viene respaldado de la falsa creencia de que un tripulante solo se dedica a la parte de protocolo y atención al cliente. Es necesario realizar un curso de capacitación y tener culminados los estudios de la ESO como mínimo, aunque cada vez son más las compañías que solicitan el Bachiller Superior. Adicionalmente, muchos TCPs cuentan con carreras superiores universitarias y saben dos o más idiomas.

“Los TCP tienen que ser delgados obligatoriamente”

Quizás el marketing ha apoyado esta imagen, pues solemos ver auxiliares esbeltos tanto en publicidades como en otros medios tales como el cine o la televisión. Esto ha hecho que la mayoría de las personas tengan un estereotipo de este personal.

Normalmente, este no es un punto de mayor relevancia, pues no se especifica que un tripulante deba tener un peso exacto tanto para poder estudiar, como para poder ejercer. Lo que sí es cierto es que siempre se habla de que el peso debe ser acorde a la estatura de la persona.

Esto principalmente para que el peso no sea un impedimento a la hora de realizar las labores que requieren que el personal se desplace a lo largo del avión y haga diferentes maniobras.

“Solo tienes futuro como tripulante auxiliar de cabina si eres muy alto”

Otro mito que se encuentra arraigado a los medios de comunicación que suelen mostrar a personas muy altas trabajando como tripulantes. Si bien, las escuelas piden una estatura mínima, esto viene motivado porque en ocasiones será necesario alcanzar los compartimientos más altos de los aviones sin que esto implique un esfuerzo adicional.

Es en estos compartimentos donde en muchas ocasiones se encuentra el material de emergencia y es importante poder acceder a este de forma ágil en caso de que fuera necesario.

“Los tripulantes de cabina viajan y pasean por todo el mundo”

Esto depende principalmente de las aerolíneas para las que trabajan, muchas veces, solo desembarcan por periodos de tiempo muy cortos (como 30-40 minutos). Dependiendo del tipo de vuelos que realice su compañía, tendrá un programa de vuelos u otro. No es lo mismo una compañía que hace vuelos de largo radio, lo que hace que, en muchas ocasiones los tripulantes puedan conocer la ciudad, que una compañía que hace vuelos de corto radio donde los tripulantes habitualmente vuelven a su base principal. Éstos, tienen menos opciones de conocer la ciudad, ya que en muchas ocasiones ni siquiera salen del aeropuerto. Eventualmente descansan una noche en la ciudad, pero no es lo común, generalmente los viajes son ida y vuelta.

¿Tienes dudas o preguntas acerca de lo que significa ser un tripulante auxiliar de cabina? Contáctanos y te atenderemos con mucho gusto y sin ningún tipo de compromiso.

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